La búsqueda del candidato demócrata que desafiará al presidente Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos se redujo a una batalla a dos bandas entre Bernie Sanders y Joe Biden, que resucitó políticamente en el Supermartes para convertirse en el abanderado indiscutible del ala moderada del partido opositor.

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En un desempeño electoral inesperadamente fuerte, el exvicepresidente habría ganado 10 de los 14 estados que estaban en juego el martes, incluido el anhelado botín de Texas. Biden se puso con esto a la cabeza en el recuento general de delegados que elegirán al representante demócrata en la convención que se hará en julio.

El triunfo de Biden puso además fin al estatus del senador izquierdista Sanders como líder en la carrera demócrata y obligó al exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg a poner fin a sus aspiraciones por llegar a la Casa Blanca.

Bloomberg abandonó el miércoles la carrera presidencial y respaldó a Biden, luego de gastar cientos de millones de dólares de su propio dinero en anuncios publicitarios en todo Estados Unidos.

Sin embargo, pese a sus esfuerzos no logró buenos resultados el martes, el día más importante en la campaña por la nominación demócrata con votaciones en 14 estados de todo el país.

“Ya no existe un camino viable hacia la nominación”, declaró Bloomberg, de 78 años, en un comunicado. El multimillonario no dijo si gastará parte de su fortuna en ayudar a Biden, pero su ausencia en la contienda electoral apoyará las pretensiones del exvicepresidente, ya que ambos apelan a seducir al sector centrista del Partido Demócrata.

En un tuit dirigido a Bloomberg, Biden escribió: “No puedo agradecerte lo suficiente por tu apoyo y por tu incansable trabajo en todos los ámbitos (…) Esta carrera es más grande que los candidatos y más grande que la política. Se trata de derrotar a Donald Trump, y con tu ayuda lo haremos”.

Bloomberg debía dar un discurso a sus partidarios y a su equipo de campaña en Nueva York a las 2000 GMT.

En otra decisión que podría redibujar la carrera hacia la Casa Blanca, Elizabeth Warren, de 70 años, está “hablando con su equipo para evaluar el camino a seguir”, según un asesor de la senadora.

Warren, que buscaba convertirse en la primera mujer presidenta en la historia de Estados Unidos, tuvo resultados decepcionantes el martes, incluido su tercer lugar en su estado natal, Massachusetts.

En contraste, un resucitado Biden logró importantes victorias el martes en el Sur, Medio Oeste y Nueva Inglaterra, estableciendo una batalla mano a mano con Sanders, que ganó en tres estados y lideraba en California a la espera de resultados definitivos.

Biden, cuya campaña estuvo con respiración artificial hace solo unas semanas, registró victorias sorpresivas en Texas y Massachusetts.

Wall Street subió el miércoles porque los inversores recibieron con agrado el buen resultado de Biden. Las acciones del sector salud lideraron los avances, ya que Sanders y su propuesta “Medicare for all”, que busca eliminar el seguro médico privado, parece menos probable que se haga realidad.

“Para todos los que han sido derrotados, descartados, abandonados, esta es su campaña”, dijo Biden a sus entusiastas seguidores en Los Ángeles. “¡Estamos muy vivos!”.