En China se están probando ya las llamadas tarjetas SuperSIM que combinan la SIM tradicional de datos con la tarjeta de memoria.
FUENTE: BUSINESS INSIDER
Una nueva tecnología está por llegar a los teléfonos móviles del futuro en forma de una tarjeta de memoria y tarjeta SIM todo en uno, que no solo ayudará a aliviar espacio dentro de los componentes del móvil, sino que también apuntan a ser más eficientes de las que tenemos actualmente.
Todo el mundo conoce que dentro de nuestros teléfonos móviles contamos con la tarjeta SIM de datos y también una tarjeta de memoria, pero ya se están probando en China las llamadas tarjetas SuperSIM que vienen a combinar tanto la SIM tradicional de datos como también la tarjeta de memoria.
Una tarjeta SuperSIM combina una tarjeta SIM y una tarjeta micro SD en una sola, y este tipo de tarjetas ya llevan existiendo en China desde el año pasado bajo varias capacidades que van desde los 32 GB hasta los 128 GB de almacenamiento. También estas tarjetas se diferencian por sus respectivas velocidades de lectura y escritura.
A diferencia de nuestras SIM tradicionales que son capaces de almacenar 128 KB, una SuperSIM puede almacenar millones de datos más, y además viene de serie con una función de copia de seguridad y restauración muy sencilla de realizar, por lo que podemos ingresarla en un nuevo teléfono móvil y restaurar todos nuestros datos prácticamente al momento. Además, estas tarjetas SuperSIM son más seguras dado que cuentan con certificación de seguridad CC EAL6 + para que no tengamos que preocuparnos por mucho más.
Ese tipo de tarjetas son especialmente útiles no solo para el usuario, sino también para los fabricantes, que ya no se verían en la obligación de tener que hacer un teléfono con distintas bandejas, y que al mismo tiempo les daría más espacio interno para reducir el tamaño del dispositivo o incluir otros añadidos.
Pero esta tarjeta tiene tres grandes desventajas. Una de ellas es el precio, ligeramente por encima de, por ejemplo, una tarjeta micro SD actual en el mercado. Otro desventaja es su difícil implementación dado que tienen que ponerse de acuerdo tanto las propias operadoras móviles como los fabricantes de tarjetas de almacenamiento, para incluir estos dos conceptos todo en uno.
Y luego este tipo de tarjeta SuperSIM solo podría funcionar en un teléfono que cuente con una bandeja de entrada híbrida, con lo que la mayoría de los dispositivos no serían compatibles. Por otra parte, se trata de una tecnología ahora mismo limitada en China, y con pocas vistas a que vaya a popularizarse en occidente.