Buceando entre las 32 mejores jugadoras de Wimbledon 2022, la historia de Tatjana Maria es una de las más bonitas de contar. A sus casi 35 años –los cumplirá en agosto– la alemana ha logrado esta semana algo bastante cercano al milagro: convertirse en la primera mujer del siglo XXI en pisar la tercera ronda en La Catedral después de haber sido madre en dos ocasiones. Algo que para cualquiera supondría un imposible, para ella supone un mero trámite, con esa naturalidad lo explica en un reportaje elaborado por la WTA. “A algunas personas les gusta hacer puenting, a mí lo que me gusta es volver a competir en el circuito después de tener hijos”.

Maria, profesional desde la temporada 2006, lleva toda la vida compartiendo la experiencia del circuito con su marido, entrenador y ex jugador, Charles-Edouard, el hombre con el que fue mamá por primera vez en diciembre de 2013. Ahí llegó el primer impasse de su carrera, con la llegada de la pequeña Charlotte, un nuevo horizonte para la tenista de Bad Saulgau. Muchos pensaron que su trayectoria había terminado, que no sería capaz de volver a la élite, pero los acontecimientos fueron por un camino distinto. Tatjana no solo volvería, sino que lo haría cambiando su golpe de revés –de dos manos pasó a una–, tocando su mejor ranking de siempre (#46) y levantando su primer título individua en el WTA de Mallorca 2018. La leyenda de la Súper Mamá solo acababa de empezar.

Abril de 2021, segunda parte. Maria da a luz a su segunda hija, la pequeña Cecilia, aunque esta vez la experiencia del pasado le iba a ayudar a recortar los plazos de vuelta. Tan solo tres meses después, la germana ya estaba compitiendo de nuevo, acelerando en la búsqueda de sus nuevos objetivos. Justo un año después, en abril de esta temporada, la veíamos conquistando su segundo título en el WTA de Bogotá 2022, igualando su número de trofeos con su número de hijas. Ahora en Wimbledon la tenemos ya en tercera ronda, a las puertas de tocar su mejor resultado de siempre en Grand Slam, lo cual dependerá de su partido de esta tarde ante Maria Sakkari.

“La verdad es que me siento un poco orgullosa de mí misma por haber alcanzado este punto nuevamente. Cuando empiezas el camino de regreso al tenis después de haber tenido un hijo, nunca sabes a ciencia cierta cómo irán las cosas. Debo confesar que he tenido mucha suerte con mi cuerpo, no soy una persona que se lesione mucho, así que espero seguir así. Me gusta jugar mucho y ahora quiero jugar mucho”, confirma la actual número 103 del mundo.

CAMBIO DE REVÉS

De las cosas más curiosas en la historia de Maria es, precisamente, ese cambio de revés después de su primera maternidad. Un ajuste del que muchas rivales no se percataron, quizá por ese estilo tan peculiar. “Tiempo atrás, solía jugar constantemente el revés cortado. Tenía un golpe de revés a dos manos, pero lo jugaba tan poco que, cuando regresé después de ser madre por primera vez, muchas personas no recordaban que solía golpearlo así. Tenía el slice en mi arsenal, también tenía el juego de pies para hacer el revés a una mano, así que ahora lo hago así y siento como si lo hubiera hecho toda mi vida”, asegura la veterana después de ganar esta semana a Sharma y Cirstea.

“Mi tenis tiene mucho que ver con la fe, sé que tengo que ir muchas veces a la red, que debo conseguir los puntos de manera diferente. No soy el perfil de jugadora que pega todo el rato, una bomba tras otra, todo lo contrario. Mi estilo consiste en encontrar soluciones para enfrentarme a ese tipo de jugadoras e intentar ganarlas, ese es mi juego. Mi marido es la persona que mejor me conoce y por eso es el entrenador perfecto para mí”, añade acerca de su su entorno, el último capítulo de esta pieza.

SU MARIDO, LA PIEZA FUNDAMENTAL

Esta historia sería imposible de contar de no ser por su marido y entrenador, Charles, la persona que desde el primer día aceptó su parte del trato para que Tatjana siguiera viviendo su sueño. “Es increíble, la verdad. Es una persona que tiene una confianza absoluta en mí, está todos los días diciéndome: ‘Sé que puedes hacer esto, sé que puedes volver’. Claro, cuando escuchas esto de una persona tanto tiempo, al final terminas cogiendo mucha confianza. Él se encarga de los niños, le encanta, ama a sus niñas y está muy feliz con eso. Hacemos todo lo posible para mantener a la familia unida, eso es lo más importante para nosotros. Mi carrera y su carrera son la misma carrera, es como si fuera un negocio familiar”, comparte entre risas la teutona.

Maria, un ejemplo moderno de cómo compaginar la función de madre con la de tenista profesional, el reflejo de que ambas realidades pueden converger en la misma línea temporal. Esta tarde, si logra superar a la quinta cabeza de serie, Maria Sakkari, nos tocará actualizar esta pequeña biografía.

Fuente: puntodebreak.com