Un nuevo sistema para extraer el dióxido de carbono de la atmósfera y guardarlo en el océano está siendo delineado por los científicos que lo desarrollaron.

Los autores dicen que el novedoso sistema atrapa el CO2 del aire hasta tres veces más eficientemente que los métodos actuales.

El gas -que es responsable del calentamiento global- puede ser transformado en bicarbonato de sodio y almacenado de manera segura y barata en el mar.

El nuevo método podría acelerar el emplazamiento de la tecnología de extracción de carbono, dicen los expertos.

Mientras que en el mundo se ha estado luchando para limitar y reducir las emisiones de dióxido de carbono, varias empresas se han concentrado en el desarrollo de tecnología que retira el CO2 de la atmósfera.
Entre estas, la empresa Climeworks de Suiza es tal vez la más conocida. En los últimos diez años ha desarrollado máquinas que absorben el aire de la atmósfera para luego filtrarla y atrapar las moléculas de dióxido de carbono.

En una planta instalada en Islandia, el CO2 capturado se inyecta en las profundidades de la tierra, donde es convertida en piedra.

Recientemente, la compañía empezó a vender un servicio de extracción certificada de carbono a grandes clientes corporativos como Microsoft, Spotify y Stripe.

Sin embargo, uno de los grandes problemas de la mayoría de estos métodos de captura directa de aire (DAC, por sus siglas en inglés) es el costo.

Aunque el CO2 es un potente agente de calentamiento, está relativamente diluido en la atmósfera en razón de 400 partes por millón (ppm) en el aire.

Así que las grandes máquinas necesarias para absorber y distribuir el CO2 consumen una gran cantidad de energía.

Pero esta nueva tecnología, que usa resinas y otros químicos fácilmente disponibles, promete mucha mejor eficiencia a un costo más bajo, afirman los científicos involucrados en su desarrollo.

El equipo investigativo tomó prestado un método que se aplica al agua, y manipuló los materiales existentes para extraer CO2 del aire.

En pruebas realizadas, el nuevo material híbrido de absorción pudo atrapar tres veces más CO2 que las sustancias existentes.

«Hasta donde sé, no hay un material de absorción, que ni siquiera a 100.000 ppm, puede demostrar la capacidad que nosotros logramos de captura directa de aire de 400 ppm», expresó el director del proyecto, profesor Arup SenGupta de la Universidad Lehigh, Estados Unidos.

«Esta simple habilidad de capturar CO2 en grandes cantidades, en un material de volumen pequeño, es un aspecto único de nuestro trabajo».

Qué consecuencias tiene que hayamos superado el récord de CO2 en tres millones de años
Satisfacción
Aunque el desarrollo de este método se encuentra en las primeras etapas, ha sido recibido con beneplácito por otros expertos en este campo.

«Estoy contenta de ver este estudio publicado en la literatura especializada, es muy emocionante y tiene una buena posibilidad de transformar los esfuerzos de captura de CO2», expresó la profesora Catherine Peters de la Universidad de Princeton, una experta en ingeniería geológica, que no estuvo involucrada en el proyecto.

«Lo que es ingenioso de esto es que el punto de partida fue una tecnología que se había diseñado anteriormente para ser aplicada al agua. Este avance aplica esta tecnología a la fase de gas, una nueva idea», manifestó.

«El resultado demostrado de captura de CO2 es prometedor», agregó.

Uno de los grandes desafíos en la captura de CO2 es qué hacer con el gas atrapado.

Uno de los métodos más usados es almacenarlo en la tierra o mar en antiguos pozos de petróleo. Pero el nuevo estudio sugiere que, al añadir unos químicos al CO2 capturado se puede transformar en bicarbonato de sodio que se puede almacenar fácil y seguramente en el mar.

Esperanza
El doctor SenGupta dice querer ahora establecer una empresa derivada para desarrollar aun más la tecnología.

Sostiene que esta manera de extracción de CO2 no sólo será crítica en limitar el aumento de las temperaturas globales, sino que podría directamente empoderar a los países en desarrollo.

«Tenemos que llevarlo a lugares como Bangladesh, Barbados o las Maldivas. Ellos también tienen un papel que jugar, no pueden ser unos simples espectadores que continúan sufriendo».

Algunos científicos son reacios a ponerle demasiado énfasis a las nuevas y emergentes tecnologías como la captura directa de aire porque temen que podrían disminuir los esfuerzos de gobiernos e individuos para reducir la emisión de carbono.

Pero con el riesgo en que se encuentran los límites de temperatura establecidos en el Acuerdo de París sobre el cambio climático por el aumento de las emisiones, muchos otros sienten que un rápido despliegue de captura directa de aire, además de profundos recortes en las emisiones de carbono, es la mejor esperanza de evitar un peligroso cambio climático.

«Se ha vuelto aun más importante ahora que definitivamente estamos en un proceso que nos llevará a exceder los límites, donde tenemos que extraer el carbono del medio ambiente», dijo el profesor Klaus Lackner, un pionero en el campo de la extracción de CO2.

«DAC tendrá que volverse más barata para que pueda hacer una útil contribución. Soy optimista de que lo puede lograr».

El profesor SenGupta comparte ese optimismo, convencido de que su nuevo método puede extraer CO2 por menos de US$100 la tonelada.