El desempeño de Biden del jueves esparció el miedo en el partido demócrata: Operadores políticos, asesores y hasta donantes se aventuraron a discutir públicamente la posibilidad de sustituirle en la carrera por la Casa Blanca. La mayor parte de los medios lo dio por perdedor del primer cara a cara y una andanada de artículos de opinión le pedía abandonar la carrera ante las prospectivas de perder en noviembre.
«Sé que no debato tan bien como solía… Ya no hablo tan fluido como antes… Pero sé lo que sé: Sé decir la verdad. Sé distinguir el bien del mal. Y sé cómo hacer este trabajo. Sé cómo hacer las cosas», pronunció.
El jueves, Biden (de 81 años) destacó que Trump es solo tres años menor que él y atacó como pocas veces a su adversario: «Tú eres el tonto. Tú eres el perdedor», le dijo Biden a Trump.
Biden intentó sosegar el temor despertado en sus filas defendiendo su capacidad para el cargo.
«Estoy en Carolina del Norte por una razón, porque tengo la intención de ganar este estado en noviembre. Si ganamos aquí ganamos las elecciones», dijo en uno de los territorios considerados cruciales, pues unos resultados favorables pueden garantizar un camino llano en la carrera por la Casa Blanca.
Su reafirmación llega en un momento en que empiezan a multiplicarse las voces dentro de su partido sobre la necesidad de contemplar la designación de un candidato alternativo.
«No me presentaría de nuevo si no creyera con todo mi corazón y mi alma que puedo hacer el trabajo. Hay demasiado en juego», dijo.
Tras este primer debate, las voces de incertidumbre surgieron en las filas demócratas, donde algunos incluso pidieron analizar la posibilidad de tener otro candidato.
Uno de los que habló más contundentemente fue el legislador de California Jared Huffman, quien admitió que «no fue una buena noche» y que la cuestión de reemplazar a Biden es «parte del procesamiento» mental que hay que hacer.
Cada demócrata, explicó, «necesita hacer un gran examen de conciencia y hay que concentrarse en ganar». «Apoyaré cualquier forma en que podamos derrotar a Donald Trump», dijo.
Por su parte, el representante de Ilinois Chuy García apuntó que Biden y la primera dama, Jill Biden, «tienen una gran responsabilidad de tomar la mejor decisión posible en el interés nacional y del partido».
Y el representante de Massachusetts Stephen Lynch, uno de los primeros miembros del Congreso en respaldar a Biden en 2020, afirmó: «Tenemos algunas decisiones que tomar como partido. Tenemos que tener esa discusión de inmediato».
Obama y Clinton respaldan a Biden y confían en él para vencer a Trump
Pero, el mandatario recibió también este viernes apoyos de peso: El expresidente Barack Obama (2009-2017) y la ex secretaria de Estado y excandidata presidencial Hillary Clinton cerraron filas en torno a su candidatura, despejando toda duda de que estén a favor de reemplazarle en el tiquete demócrata a los comicios del 5 de noviembre.
«Pero estas elecciones siguen siendo una elección entre alguien que ha luchado por la gente corriente toda su vida y alguien que solo se preocupa de sí mismo. Anoche eso no cambió», escribió.
Biden aprovechó el mitin de este viernes para reiterar que en su cara a cara del jueves en el plató de la cadena CNN en Atlanta, su adversario, Donald Trump, «batió un nuevo récord de mentiras en un solo debate». Y agregó: «Me pasé 90 minutos debatiendo con un tipo que tiene la moral de un gato callejero», una expresión utilizada también durante el debate televisado en directo.
Trump, que atacó a Biden por la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán, el ingreso de miles de migrantes ilegales a través de la frontera y el manejo de su Administración de la guerra en Ucrania, con el multimillonario gasto en apoyo a Kiev, insistió en que Biden no es la mejor opción para liderar el país.
«El problema de Biden no es su edad, es su incompetencia. Es tremendamente incompetente», dijo Trump.
El exmandatario se llegó a preguntar cómo va a poder sobrevivir Estados Unidos «cinco meses más» con Biden en el poder: «Este es el momento más peligroso en la historia de nuestro país», dijo en Chesapeake (Virginia) en su primer mitin tras el cara a cara del jueves con su previsible rival en las urnas en noviembre próximo, cuya actuación en ese encuentro ha desatado las alarmas en el bando demócrata.