Luz azul: envejecimiento de la piel y alteraciones en la pigmentación

En una época en la que estamos abusando de los dispositivos electrónicos que emiten luz azul, es conveniente tener en cuenta que su acción puede causar daños en la piel.

FUENTE: DEPORTE Y VIDA

“Estudios científicos vienen demostrando que la exposición a la luz azul puede provocar estrés oxidativo, estimulación de los melanocitos, incremento de la síntesis de melanina y alteraciones en la barrera cutánea y en el estado hídrico de la piel. Todo ello deriva en un mayor envejecimiento de la piel y en alteraciones de la pigmentación».

Quien habla es la doctora Marta Frieyro, jefa del Servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Quirónsalud Marbella, que advierte de que el uso excesivo de los dispositivos electrónicos que emiten luz azul es una de las causas de que nuestra piel se pueda resentir durante el confinamiento.

“Además, no todas las pieles reaccionan de la misma forma a la estimulación de la luz azul. Es curioso que este aumento de pigmentación afecta más a personas con un fototipo a partir del 3. Es decir, a personas que tienen una piel más bronceada», añade la especialista.

Todo suma

No obstante, la exposición a la luz azul sigue siendo menos dañina que si el exceso se comienta con la luz solar. “Es muy importante que tengamos conocimiento de que nuestra principal fuente de luz azul es el sol. Afortunadamente la luz recibida de los dispositivos móviles es menos energética y sus efectos en nuestra piel no son comparables. El llamado envejecimiento digital es muy poco dañino en comparación con el producido por el sol. Si bien, es cierto que todo suma», advierte.

En este sentido, la doctora Marta Frieyro señala que para contrarrestar los efectos de la luz azul es recomendable “la utilización de fotoprotectores o filtros solares”. «Se han demostrado que estas cremas tienen la capacidad de absorber esa luz azul, especialmente las que tienen color», añade.

De igual forma, aunque no tiene que ver explícitamente con el cuidado de la piel, la dermatóloga recuerda que la luz azul “influye en el ritmo cardiaco y en el ritmo circadiano” pudiendo provocar dificultades en el ciclo del sueño por lo que recomienda evitar su uso en las horas previas al descanso nocturno.